Por primera vez me pongo delante del teclado con la misión de escribir algo entretenido, conciso e interesante y debo confesar que me emociona e intimida; espero que con el pasar de los días esta misión se haga más sencilla.
Existe amplia bibliografía sobre el uso de cepillos dentales eléctricos, y la mayoría concuerda que son muy eficientes al limpiar la placa dental de nuestros dientes, sin embargo, personalmente no me había decidido por adquirir uno de ellos hasta hace poco, y ahora después llevar uno a mi cuarto de baño, puedo confirmar que la sensación que producen es similar a la que sentimos cuando recibimos una limpieza dental profesional.
La combinación adecuada de movimientos manuales y eléctricos, y la vibración especial que uno de ellos produce (Sonicare), hace que la tarea sea más sencilla y eficiente; existen otros (Oral B), que con su cabeza pequeña y movimientos giratorios facilitan alcanzar los lugares más complicados en nuestra boca y son mejores al momento de mantener adecuada higiene en aquellos pacientes que usan aparatos de ortodoncia.
Otras ventajas que podemos apuntar, son su utilidad en caso de movilidad reducida de las manos, artritis o túnel carpiano.
¿Desventajas?, su costo puede ir desde 15 hasta 200 USD y eso puede alejarlos de una buena parte de la población, las cabezas intercambiables también son costosas y pueden ser difíciles de encontrar de manera oportuna y finalmente la necesidad de conectarse a la red eléctrica puede hacerlos inútiles cuando estamos de viaje.
Si deseas más información, !no dudes en contactarnos¡.
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